| 28/11/2010 | Mucho se ha dicho respecto a que el intercambio de archivos a través de la Internet, equivale a piratería; así como que el intercambio causa enormes pérdidas a las empresas productoras. Sin embargo, no queda muy claro el cuestionamiento sobre si el intercambio libre, es piratería y si realmente ese intercambio, causa los daños graves y severos que los productores arguyen.
En principio, debe quedar claro que un autor o creador, tiene el derecho y la legitimación para cobrar la regalía que le corresponde por el uso de su obra. También, que pueden hacer valer ese cobro de manera personal o a través de una sociedad de gestión colectiva (a través de un mandatario)
El punto a discusión, es si por el hecho de hacer intercambio, se comete piratería y se causan daños a los autores o a las empresas productoras. Tan solo leer las condiciones de venta que en letra microscópica obran en las portadillas de los discos, o en los contratos de licencia de programas informáticos, tenemos que el vínculo se crea entre el titular del derecho (la empresa productora) y el adquirente (el comprador)
Al ser un contrato cerrado, se llega al absurdo de que en todo momento y lugar, cometemos piratería (la más de las veces, de manera involuntaria). Por ejemplo:
a).- Compro un CD del artista de moda con mi tarjeta de crédito, la nota de venta es a mi nombre, escucho el disco, le gusta a mi sobrino, y se lo regalo;
b).- Tengo un CD de música ochentera, y mi vecino, que tiene uno de música noventera, me propone intercambiar discos, y lo hacemos;
c).- Adquiero una computadora, queda a mi nombre, y se la doy a mi hijo como regalo de navidad.
d).- Compré un libro, facturado a mi nombre, y se lo regalo a alguien.
¿He cometido piratería? Según las reglas de las productoras, sí.
¿Cuál es entonces, la diferencia, entre hacer un intercambio físico o uno virtual por medio electrónico? A mi juicio, ninguna, dado que hay un intercambio o un regalo sin que haya de por medio un fin lucrativo.
Por sentido común, hay piratería cuando alguien se ostenta de manera ilegal o ilícta, como titular de un derecho de autor o de propiedad intelectual, obteniendo por ello un lucro por comercializar o explotar esos derechos.
El ejemplo clásico, es la venta de copias apócrifas de programas informáticos, donde el vendedor, por ese hecho, se ostenta como titular del derecho de autor, ofreciendo un programa igual al vendido por el titular del derecho; recibiendo un pago que, por supuesto, solo le reporta ganancia a dicho vendedor.
¿Cuál es el sustento de las empresas, para inhibir la práctica de intecambios de archivos? Su argumento toral, es que por el hecho de que hay intercambio, se reducen las ventas de materiales, pues el universo de adquirentes, se reduce (esto es, diez personas compran el disco o el programa de moda, lo comparten a otros diez, y éstos a otros diez y asi; quedando la venta, solamente, en diez discos)
¿Cómo puede limitarse el abuso en el intercambio? Debene haber, desde luego, un compromiso tanto de los consumidores como de las empresas porque, a través de leyes y prohibiciones, las conductas en vez de corregirse se multiplican -dicen que no hay nada más apetecible que lo prohibido-
¿De qué manera se puede comprometer el consumidor? ¿De qué manera se puede comprometer la empresa?
La excusa más socorrida por los consumidores, para justificar la compra de material apócrifo o abusar del intercambio, es el alto costo del precio de venta de los productos. La justificación de las empresas, es que de algún modo, se debe cubrir el costo y la mercadotecnia de los materiales.
¿Puede haber un punto de equilibrio? Me parece que si. Las empresas deben comprender por ejemplo, en el caso de los discos de música, que es injusto que se pague un costo por ocho o diez canciones, cuando solo vale la pena dos. En el caso de programas informáticos, que se pague un costo muy elevado por un programa que es necesario para el quehacer cotidiano.
Actualmente, sigue el debate en diversos foros, sobre cómo obtener el punto de equilibrio. Yo soy más orientado a que debe haber un costo o un cobro justo, porque entiendo que los autores tienen derecho de cobrar por su trabajo, pero también los autores deben entender, que si se sobrevalúan se alejan del consumidor.
Quizá en un futuro no lejano, se logre el punto de equilibrio. Mientras tanto, debe considerarse que el intercambio de materiales sin que medie pago en dinero, no es un acto de piratería, y tampoco afecta los ingresos de las empresas (si quieren obtener ingresos, que mejoren sus costos y sean aliados de los consumidores, no sus enemigos) |
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