| 06/02/2016 | Windows 10 ya lleva algunos meses en el mercado, y ha tenido buena aceptación por el público. Sin embargo, aún existen algunas situaciones que hacen que el sistema no se instale bien, o que propicie fallas en su operación.
Para este tema, se invocan las direcciones web oficiales de Microsoft que corresponden a la región México. Quizá a algunos les convenga consultar la información que corresponde a su región o país.
Una de las virtudes que tiene el sistema para computadoras, es que hace actualizaciones frecuentes y va solucionando algunas incidencias. Si vamos a actualizar o a instalar Windows 10, es requerido tomar algunas precauciones:
a).- Hacer un respaldo de nuestra información (datos, archivos, programas). De esta manera, si algo sale mal, tenemos nuestros datos a salvo.
b).- Revisar en la página del fabricante de la máquina o de sus componentes, si hay versiones recientes de los controladores. Hay que tenerlos grabados en un medio externo, o bien, instalarlos previo a la actualización. Esto incluye, por supuesto, actualizar el BIOS a la última versión o la más reciente (lee y entiende las instrucciones que para la actualización del BIOS ofrezca el fabricante, y síguelas al pie de la letra)
c).- Verifica que tu sistema sea 100% original, o que cuentes con la clave de licencia. A partir de la Actualización de noviembre Windows 10 (versión 1511) puede activarse con algunas claves de producto de Windows 7, Windows 8 y Windows 8.1.
(fuente: http://windows.microsoft.com/es-mx/windows-10/activation-in-windows-10)
Ya teniendo estos puntos realizados, pasaremos entonces a crear nuestro medio de instalación.
Lo primero, es obtener y descargar la herramienta de creación de medios, desde la página oficial de Microsoft:
http://www.microsoft.com/es-mx/software-download/windows10
La herramienta es un programa que se debe descargar e instalar en la computadora en la que haremos el medio. Elegiremos el medio (32 o 64 bits) que corresponda a la arquitectura de nuestra computadora.
En la página citada, vienen las instrucciones para crear el medio de instalación, así como el procedimiento para actualizar o llevar a cabo la instalación.
Si es actualización, es requerido hacer el procedimiento con la sesión iniciada. Desde explorador de archivos, ubicar la USB que creamos, y dar clic en "setup.exe”.
Si es una instalación limpia, se debe hacer con el equipo apagado, enchufar el USB, encender, habilitar el BIOS para que arranque desde la USB, y seguir los pasos de instalación. Aquí es posible usar nuestra clave o licencia válida, según se comentó en el inciso c)
Bajo este entorno, se eliminará todo lo habido en el disco duro.
Si es reinstalar, es seguir el procedimiento de instalación limpia. Solo que aquí ya no es necesario ingresar la clave de licencia, ya que el sistema ya había sido instalado y activado previamente.
En este punto, es conducente comentar, que sí es posible cambiar de arquitectura (pasar de 32 bits a 64 bits y viceversa), siempre y cuando se trate de la misma máquina y de la misma versión que ya había estado activada (esto es, no puedes pasar de home a profesional o viceversa). En este caso, aplica la regla de instalación limpia (todo lo habido en el disco duro se borra). Lo único que se conserva es la activación previa.
Si no pensamos cambiar de arquitectura, es cosa de elegir que conserve archivos existentes.
Si es reparar, seguimos el procedimiento de instalación limpia, solo que en vez de proceder a instalar, ocuparemos las opciones de reparación, las cuales son explicadas en cada apartado que integra la consola o los menús de reparación.
Puede suceder que al iniciar el sistema, requiera de controladores adicionales. Es en este punto cuando haremos uso de los controladores que previamente hemos obtenido, según el inciso b) precedente; o bien, consultar en la página del fabricante del hardware sobre los controladores más recientes.
Por experiencia propia, he podido actualizar y hacer funcionar al 100%, máquinas de la era de Windows Vista; de las cuales, hallé controladores de Windows 7, y funciona. Teóricamente, controladores de Windows 7 en adelante si funcionan con Windows 10 (a esta fecha)
Otra situación que he hallado, es que Microsoft ha anunciado que el cambio de hardware puede invalidar la activación y la licencia del producto, y el único ejemplo que pone, es el cambio de la placa base. En un equipo portátil, a los pocos días de haber actualizado a Windows 10, falló su disco duro. Lo cambié e hice el proceso de reinstalación. Me respetó la activación y la licencia.
Es altamente recomendable, hacer una desfragmentación u optimización del disco duro una vez completada la instalación o actualización del sistema; así como cuando se instalen nuevos programas o se actualice automáticamente el sistema.
No te desesperes si en las primeras horas de uso la máquina no alcanza tus expectativas, ya que se lo pasa buscando e instalando actualizaciones. Luego alcanza su nivel de funcionamiento normal.
También es recomendable usar la herramienta de copias de seguridad que ofrece el sistema operativo. Es muy fácil e intuitivo de usar. Así, cuando sea necesario reinstalar o reparar el sistema, bastará con recuperar las copias de seguridad. El medio de respaldo debe ser de al menos de la misma capacidad o superior que el disco duro instalado en la computadora.
Lo más valioso de un equipo de cómputo, no son los fierros. Ésos, como sea, se cambian y ya. Lo es la información, los datos, los archivos. Si éstos se pierden, difícilmente se podrán recuperar. Por eso es recomendable hacer copias de seguridad o de respaldo con cierta frecuencia. |
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