Godmol | |
| 2005-06-10 12:03 - Respuestas: 5 - Tema nº: 35784
Hoy, como es viernes y voy a estar un par de días sin ver a mis queridos compañeros de trabajo me encuentro triste y melancólico (JA, JA, JA, JA, JA, JA no se lo creen ellos ni borrachos) en fin pondré algo para reflexionar.
Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para reducirlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo de 4 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lugar, aunque el niño no le hizo el menor caso.
Viendo entonces que era imposible que se marchase, el padre pensó en algo que pudiese darle, con el objetivo de distraer su atención. De repente se encontró con una revista en donde venía el mapa del mundo: ¡justo lo que precisaba!.
Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos, y junto con un rollo de cinta adhesiva, se lo entregó a su hijo diciendo:
-Hijo, como se que te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto, para que lo repares sin ayuda de nadie.
De esa forma, calculó que al pequeño le llevaría días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente.
-Papá, ya hice todo, conseguí terminarlo.
Al principio el padre no dio crédito a las palabras del niño. Pensó que sería imposible que a su tierna edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes.
Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?
-Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, -le comento-. ¿Cómo lograste armarlo?
-Es verdad, papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era. Por tanto, CUANDO CONSEGUÍ ARREGLAR AL HOMBRE, DI VUELTA A LA HOJA Y VI QUE HABÍA ARREGLADO EL MUNDO...
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