tordanxa | |
| 2005-12-30 22:59 - Respuestas: 1 - Tema nº: 2404703
Primera Campanada:
¡Qué bien! Año nuevo, vida nueva. Tengo la firme intención de empezar este año nuevo como si fuera el comienzo de mi renovación, de mi resurgimiento personal. Ya es hora de pasar página en mi vida. Lo primero, me voy ha apuntar a un gimnasio para ir por lo menos tres veces por semana. Me hace falta un poco de ejercicio, que últimamente no paro de darme atracones y estoy un poco "oxidado". Y lo del tabaco se acabó; si es que no merece la pena; la mayoría de los cigarros me los fumo sin darme cuenta, por costumbre. Y es que la salud es lo primero, que ya uno tiene sus años y hay que mantenerse sano.
Segunda Campanada:
El tapeo con los compañeros del trabajo y los dulces los voy ha olvidar para siempre, como si no existieran. Me voy a poner a régimen de verdad: verduras, hortalizas, fruta, pescado cocido y nada de pan, salsas, fritos, pizzas y demás porquerías que me pudren por dentro.
Tercera Campanada:
Ya es hora de volverme abstemio y dejar de castigar a mi maltrecho hígado. El café con licor de por las mañanas, las tres o cuatro cervezas del mediodía, y los cuatro o cinco cubatas de por las noches pasarán a mejor vida; mi cuerpo me lo agradecerá.
Cuarta Campana:
Este año por fin voy a dejar de ponerle los cuernos a mi mujer. Las salidas nocturnas en compañía de mi amante tienen que terminar. Voy a ser fiel y además pienso hacer dos o tres viajes con ella, como si de dos jovenzuelos se tratara y ya veras como recuperamos la pasión perdida estos últimos años. Además, así conoceremos otros países y culturas y enriqueceremos nuestras mentes.
Quinta campanada:
Me voy a traer a mi padre del asilo, y le voy a instalar en casa. No hay derecho a que el pobre se pase sus últimos años de vida entre desconocidos y sin el calor de una familia. Y no solo eso; voy a darle un par de nietos para su mayor felicidad. ¡Que contento me siento!
Sexta Campanada: ¡Por fin voy a cambiar mi vida! Este año va ha ser especial en todo, hasta en el trabajo: pienso llevarme bien con todos mis compañeros y con mi jefe. Se acabaron las insulsas redecillas y cuchicheos egoístas e interesados. Todos somos personas que luchamos por una vida mejor y todos se merecen mi respeto y aprobación. Al fin y al cabo son mis compañeros, como mi segunda familia, y por esto tengo que cuidarlos.
Séptima Campanada:
A decir verdad, no voy a tener tiempo de ir al Gimnasio tres veces a la semana. Pero ahora que lo pienso, si me pongo a régimen no me hará falta hacer pesas. Además, si ya ando bastante y subo y bajo las escaleras de casa todos los días. Y con un par de veces al año que juegue al "squas" con Miguel voy sobrado. Y como Miguel es un tipo con salud y fuma: ¿Para que voy a dejar de fumar! Seguro que no es tan malo como dicen... si los médicos fuman será por algo.
Octava campanada:
Pensándolo mejor, lo del régimen lo aplazaré hasta la primavera, porque ahora vienen muchos cumpleaños y después las bodas y las comuniones.¡Y no voy yo ha hacer el ridículo delante de la familia diciéndoles que estoy a dieta para que me pregunten que si es que estoy gordo o tengo el colesterol alto! Faltaría más. En cuanto a las hamburguesas, algo con un sabor tan bueno no puede ser malo.
Novena Campanada:
Y si un poco de vino en las comidas es bueno para la salud, tampoco voy a ser yo un radical en este tema y me voy a volver abstemio. A ver si me va a sentar mal y todo. Lo mejor es que deje el whisky y me pase al vino. Una buena botella de vino al día y como nuevo.
Décima Campanada:
Reflexionando un poco, no es necesario que deje de salir con mi amante. Si puedo hacer felices a dos mujeres en vez de a una, mejor que mejor. Eso demuestra lo buena persona que soy. Lo importante es que quiero a mi mujer y tengo que reservarla para cuando seamos un poco más viejos; si la desgasto ahora mucho puede que se le quiten las ganas de hacerlo dentro de unos años. Y por eso mismo es mejor que este año no nos vallamos de viaje. Ya tendremos tiempo otros años para sentirnos jóvenes y agrandar nuestros intelectos.
Onceava Campanada:
Mi padre, por otro lado, es mejor que se quede en el asilo. Aquí, en casa, iba a dar mucha guerra y yo no tengo tiempo para casi nada. Seguro que en asilo está como un rey y si tuviera que elegir (cosa que no puede hacer porque esta senil) preferiría las comodidades de ese hotel de viejos al que tendré que ir a visitarlo algún día por primera vez. Y como mi Padre no va estar en casa, para qué darle unos nietecitos. Todo puede pasar que a mi mujer, tras el embarazo, se le caigan las tetas hasta el ombligo y se acostumbre a estar sentada todo en día, sin hacer sus labores. No, por dios! Tengo que salvaguardarla de todo este sufrimiento.
Doceava Campanada:
Y como parece que este año lo voy a comenzar con buen pie, es decir, como siempre, para que me voy a esforzar en sembrar amistad con mis compañeros si son unos hijos puta. Siempre hablando a mis espaldas y rindiendo poco. ¡Los tenían que echar a todos a la puta calle!
Como mucho entablaré amistad con aquella secretaria de las piernas largas y muslos carnosos y le haré la pelota a mi jefe para variar, por si las moscas.
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HectorFM | |
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Re: Las uvas - 2006-01-16 18:41 - Respuesta 2
Ah, la Humanidad... al final no sabe uno si reírse, deprimirse, o asustarse de lo real que es...
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