Dada la actual situación, creo que está más que justificado hacer una reflexión sobre un tema que a todos nos afecta.
Antes de nada, yo soy consciente de la situación que tienen cientos de miles de familias que están pasándolo realmente mal, familias que están perdiendo cada día sus puestos de trabajo, sus casas, y no tienen nada que echarse a la boca, ojalá y su situación mejore. Pero me gustaría también mandar un mensaje para intentar que la crisis desaparezca, y el primer paso que debemos dar, es el de poner cada uno de nosotros nuestro granito de arena para salir de este problema que a todos nos afecta.
Guardo un texto que busqué en internet al comienzo de la crisis, que me ha servido de mucho, me gustaría que lo leyerais (no es mío es de “Albert Einstein”), creo que es importante su lectura, quizás el texto sea un poco fuerte, pero si lo releéis veréis que en parte lleva razón, la crisis no va a pasar de un día para otro ni nadie nos va a sacar las castañas del fuego, pero ya es hora de ponerle fin empezando por uno mismo.
Texto:
“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ’superado’.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla’”.
Fin del texto.
Si has leído esto, te preguntarás si no es bastante violento, parece que encima nosotros tenemos la culpa de la crisis, la crisis la han provocado otros, no nosotros, pero ante este problema que a todos nos afecta, el texto nos habla de que tenemos que ser más fuerte que ella, para empezar NO hablar más de crisis, la crisis provoca despidos, que la gente no tenga trabajo y todo eso es cierto, la crisis es como un miedo que se alimenta de los constantes comentarios que hace la gente, paraliza las compras porque la gente que tiene dinero no quiere malgastarlo, porque tiene miedo a que mañana no tenga trabajo o la cosa se ponga aún peor, los que no tienen nada, los pobres no tienen nada más que perder. Creo que deberíamos todos empezar por dejar de hablar de crisis, el hablarlo no va a solucionar nada y si que infundiremos más inseguridad entre las personas que aún conservan su trabajo, tenemos que cambiar la forma de pensar y hacerlo en positivo, ser más astutos. Es cierto que no hay trabajo, que todo está parado, que cada día se cierran más y más negocios, pero así novamos a solucionar nada, tenemos que reaccionar ya, cada uno de nosotros, no dejar que nos hablen más de crisis, si de soluciones. Hacer cada uno de nosotros un ejercicio de reflexión y pensar que puedo hacer para mejorar mi situación. Lo que antes funcionaba ahora ya no sirve, hay que pensar más allá de lo que siempre hemos pensado, ser imaginativos. Os pongo un caso que me llamó la atención y que salió hasta en televisión.
Un señor que se quejaba de que su negocio iba mal, era chapista, cada día esperaba en su taller a que un cliente entrase por la puerta y quisiera reparar su coche, los días pasaban y no entraba dinero en su negocio, (como por desgracia ocurre en muchas otras empresas), pero se puso a pensar en qué podía hacer para solucionar su situación, y pensó que si los clientes no iban a su negocio, tendría que ser él quien fuese a sus clientes. Cogió una libreta y un lápiz, y se puso a recorrer las calles en busca de coches que tuviesen arañazos o bollos, pensó que si él le dejaba a cada dueño de su coche un presupuesto de lo que le costaría reparar su coche, quizás podría aumentar las posibilidades de que le llegase un cliente a su taller para reparar su vehículo y así poder ganar el jornal, y le funcionó. Con la experiencia que este señor tenía, le llevaba tan sólo unos minutos confeccionar un presupuesto a medida, de lo que saldría reparar cada coche, en el mismo presupuesto, dejaba la dirección de su negocio y su teléfono.
Este ejemplo demuestra, que en tiempos de crisis, en los que sobrevivir se hace muy difícil, despierta la capacidad que todo el mundo tenemos, lo fácil es sentarse y no hacer nada, permanecer con la moral baja y echar la culpa a la crisis, lo valiente es coger al toro por los cuernos y pensar de qué manera cambiar la situación. No pretendo decirle a nadie lo que tiene que hacer, pero si con este mensaje contribuyo a que mucha gente se levante y empiece a pensar cómo solucionar su situación y combatir la crisis, estaré más que satisfecho. Me duele ver cómo millones de familias no tienen nada que echarse a la boca o pierden todo lo que tienen, es absurdo pensar que los políticos nos van a ayudar o solucionar nuestros problemas, quizás sí que nos asfixien más con sus impuestos. Así que si alguien nos va a sacar de este pozo ese alguien tendremos que ser nosotros mismos, cada uno de nosotros.
Javier Vilchez
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