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Problemas con la recarga de cartuchos de impresoras

ALMALASI - 15/10/2008
PROBLEMAS QUE SE NOS PUEDEN PLANTEAR AL UTILIZAR CARTUCHOS DE TINTA RECARGADOS.



Ya he comentado en otras ocasiones algunos inconvenientes que podemos tener al utilizar cartuchos no originales en nuestras impresoras.

Vamos en este tutorial a centrarnos en los problemas concretos que se nos pueden plantear al utilizar recargas de tinta para cartuchos, que si bien es la solución más económica también es la que más problemas nos puede dar, sobre todo en aquellas impresoras que llevan los cabezales incorporados dentro de ella.

Pero en primer lugar vamos a ver los tipos de recargas que podemos encontrar en el mercado:

Cartuchos originales:



Son los que vende la propia marca (Epson, HP, Canon, Lexmark, etc. etc.). Desde luego son los más caros, aunque en algunos casos la diferencia no sea demasiado grande. Son cartuchos que están probados y distribuidos por las propias marcas, con una alta calidad de tinta, que cumple con las especificaciones establecidas para cada tipo de tinta e impresora.

Por lo general, este tipo de cartuchos garantizan una alta calidad en los resultados, así como una gran duración en las copias impresas. El tipo de tinta utilizado suele llevar una serie de aditivos exclusivos de cada marca.

Cartuchos compatibles:



Son cartuchos nuevos, fabricados por terceros, en ocasiones (aunque no siempre) con autorización de los respectivos fabricantes, y siguiendo las indicaciones de estos.

Aquí podemos encontrar de todo, tanto en precios (dentro de un mismo modelo de cartucho) como en calidades, pero en ningún momento llegan a la calidad de un cartucho original cuando se trata de tintas con aditivos especiales.

Hay cientos de marcas en el mercado (Pelikan, Approx, OrInk...), unas con más calidad... y otras con menos. También hay una gran cantidad que se distribuyen exclusivamente a través de Internet.

Puestos a no utilizar cartuchos originales, es la opción que más garantía suele ofrecer, aunque depende mucho de la marca. Ya he comentado que las hay buenas, regulares y malas, llegando en algunos casos a variar la calidad incluso dependiendo de la partida de fabricación, cosa que desde luego no pasa con los cartuchos originales.

Cartuchos recargados:



Una variedad de los cartuchos compatibles, pero de inferior precio, son los cartuchos recargados. Por lo general se trata de cartuchos originales (el envase, me refiero) vacios a los que se les limpian los inyectores, se recargan, se resetea el chip, se empaquetan y se venden nuevamente (un cartucho puede aguantar entre dos y cuatro recargas, dependiendo de varios factores). Normalmente suele haberlos solo de los cartuchos que incluyen los inyectores, ya que son los únicos en los que a los fabricantes les suele compensar este proceso.

Si se trata de una empresa seria, la utilidad y garantía suele ser la misma que la de un cartucho compatible.

Kits de recarga:



Es la solución de recarga más económica... y la que más problemas suele dar, ya que en este caso es el usuario el que tiene que realizar el proceso de rellenado. Este proceso no siempre es fácil ni limpio, y es el que menos garantías ofrece.

Para empresas hay a nivel local algunas otras empresas que se dedican a este negocio (es decir, el del rellenado de cartuchos), que retiran los cartuchos usados y los sustituyen por otros recargados.

Estas son las cuatro opciones que podemos encontrar para sustituir nuestros cartuchos de tinta, todas con sus ventajas... y todas con sus inconvenientes, aunque en el caso de los originales éstos se limitan al precio, y si bien es cierto que en todo tipo de cartuchos podemos encontrarnos con uno que no funciona (por problemas de fabricación, inyectores obstruidos, chips desprogramados...), en los originales contamos siempre con la garantía del fabricante y con la ventaja (que a veces se nos olvida) de que, en caso de que un cartucho en mal estado nos provoque una avería en la impresora (algo realmente difícil), es el fabricante el que debe atender a la reparación.

Problemas que se nos plantean con la recarga de cartuchos:

Esta modalidad es, como ya hemos dicho, la que resulta más económica, ya que a su bajo precio hay que unir el que un kit suele servir para varias recargas, pero es a su vez el que más problemas plantea para el usuario en general.

Veamos algunos de los problemas que se le pueden presentar:

1º- Calidad de la tinta: Hay de todo, pero se suele buscar siempre lo más barato, y aquí nos podemos encontrar con tintas de bastante baja calidad. Las consecuencias de utilizar estas últimas son las siguientes:

- Colores (incluido el negro) apagados y con poco brillo.
- Duración del documento inferior a lo normal.
- Gota de tinta de tamaño superior a las especificaciones de la impresora.
- Contornos sin una buena definición.
- Tiempo de secado superior.
- Deterioro de los inyectores. Esto último es especialmente grave en impresoras con los cabezales incorporados, ya que el precio de la sustitución de éstos suele ser bastante alto.

2º- Proceso de rellenado: No siempre es un proceso fácil, y en muchos casos hay que hacer una manipulación previa del cartucho, así como un posterior cerrado. Las herramientas necesarias para esta manipulación suelen estar incluidas en el kit de recarga, pero no siempre es así. Además, es un proceso delicado, ya que hay que dejar el cartucho con la cantidad exacta de tinta, sobre todo para evitar comportamientos y resultados no deseados. A esto hay que añadir que si durante el rellenado sufrimos algún pequeño accidente, los resultados son bastante escandalosos... y en ocasiones difíciles de limpiar.

3º- Número de rellenados y limpieza de cabezales: Como ya hemos mencionado al hablar de los cartuchos recargados, los cabezales se deben limpiar antes de cada rellenado (cosa que rara vez se hace), pero es que además un cartucho (y partimos siempre de un original) tiene un número limitado de veces que se puede recargar, por lo que para unos resultados buenos deberíamos cambiar el cartucho por uno original al menos cada tres recargas.

4º- Reseteado del chip del cartucho: Casi todos los cartuchos actuales incorporan un chip que asegura a la impresora que se está utilizando el tipo de cartucho adecuado, pero que también controla la cantidad de tinta que le queda al depósito. Estos chips no siempre son fáciles de resetear, y se puede dar el caso de que después de haber rellenado el cartucho, nuestra impresora siga reconociendolo como vacio.

En el caso de los cartuchos de la marca Epson, la solución nos viene de la mano del programa SSC Service Utility for Epson Stylus Printers. Este es un programa con una serie de utilidades para as impresoras Epson, que incluye también la posibilidad de hacer una limpieza de inyectores sobre un solo color, y aunque no es compatible con la totalidad de las impresoras fabricadas por esta marca sí que lo es con la mayoría.

Para otras marcas hay que actuar de forma diferente dependiendo del modelo exacto de cartucho, y van desde engañar a la impresora poniendo un cartucho nuevo, quitandolo y poniendo el rellenado a tener que utilizar un accesorio especial para resetear el chipset.

5º- Duración de la recarga: En muchos casos, y debido a la mayor fluidez de la tinta, la duración es bastante inferior a la de un cartucho original.

Conclusión:

Como ya he repetido en múltiples ocasiones, el utilizar cartuchos compatibles, recargados o recargar nosotros mismos los cartuchos de nuestra impresora supone, evidentemente, un ahorro de dinero, pero también aumenta considerablemente el riesgo de averías y obtenemos unas copias de peor calidad, por lo que es una opción que, bajo mi punto de vista, es interesante tan solo si tenemos un volumen de impresiones alto y en ellas va a primar el precio al que salgan sobre la calidad de las mismas.

Esta diferencia en la calidad, solidez del color (nivel de degradación en el tiempo) e incluso duración de las copias aumenta cuando los cartuchos originales utilizan tintas especiales, del tipo DURABrite o Claria Photographic Ink (Epson en ambos casos) o similares en otras marcas, que en muchos casos son resistentes incluso al agua.

En ocasiones, el fabricante de la impresora indica si en un determinado modelo de impresora se pueden utilizar cartuchos compatibles o no, y esto es un dato que debemos tener muy en cuenta.

Es ya una cuestión particular ver cual es la opción que a cada uno le resulta más interesante.



Tags: Hardware, Impresoras
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