Tras la notificación de Microsoft a la Comisión de la competencia Europea de que se había replanteado la opción de que el usuario pueda instalar otros navegadores en Windows 7 a parte de Internet Explorer, descubrimos que la compañía de Redmon no quiere tener problemas con este organismo con respecto a Windows 7, pero además, en la solicitud entregada al mismo, incluyen que el problema que han tenido con Windows 7 les ha servido para reconducir su postura también en versiones anteriores como Vista y XP.
Y es que Microsoft no quiere tener más problemas con las autoridades europeas, pero detrás de estas nos encontramos los usuarios, quienes a través de páginas como Configurarequipos, los usuarios han hecho públicas sus quejas y reclamaciones al sentirse discriminados por polémicas que afectan a los organismos públicos y a la empresa en cuestión.
Microsoft no quería promocionar a su competencia en navegadores en su nuevo sistema operativo Windows 7, y la Comisión europea de competencia no les dejaba que sólo incluyesen Internet Explorer 8.
Con esta presión, Microsoft decidió que prefería no instalar su propio navegador, antes que prestar publicidad a las empresas que compiten directamente con él.
La decisión afectaba directamente a los usuarios, ya que si entregaban un sistema operativo sin navegador, las molestias producidas a los usuarios constituirían una postura de oposición en Europa.
Parece que Microsoft ha recapacitado y se ha vuelto consciente de que Windows 7 es una solución a las críticas recibidas por su anterior sistema operativo, y por tanto no puede comenzar en Europa con tal contratiempo.
Ahora sólo falta que la Comisión autorice y dé su visto bueno a esta solicitud, y que por fin se nos tome a los usuarios europeos como lo que somos: Un componente imprescindible a tomar en cuenta en la progresión de mercado de la compañía.
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