Estos son los datos de una encuesta realizada a más de 1.000 compañías sobre sus intenciones de instalar Windows 7 en sus dependencias, una vez lanzado el nuevo sistema operativo de Microsoft.
Las razones que han dado el 60% de las empresas que rechazan de momento la idea de instalar Windows 7 son varias, pero la mayoría coinciden en 2 puntos: Ahorro de dinero en tiempos de crisis y dudas sobre la compatibilidad de Windows 7 con las aplicaciones actuales.
El rechazo inicial por parte de las empresas a nuevos productos de Microsoft, viene en su gran mayoría, a causa de la inestabilidad e incompatibilidad que Windows Vista les producía. Es más, muchas de las empresas que decidieron instalar Windows Vista, volvieron a XP.
Intel por ejemplo, ha permanecido utilizando Windows XP en sus delegaciones, y al igual que éste, muchísimos usuarios han hecho lo mismo.
El sondeo realizado determina que el 60% de las empresas encuestadas no tiene planes de instalar Windows 7, el 34% esperará a hacerlo a finales de 2010 (cuando haya datos de que es fiable) y sólo el 5,4% lo hará antes de fin de año.
Por otro lado, muchas de las empresas que rechazan instalar Windows 7 por falta de recursos, han dicho que habían pasado por alto ciertas actualizaciones y que aplazaron algunas compras para ahorrar dinero, y pasarse a Windows 7 ahora, podría producirles una gran inversión a la que no pueden hacer frente en el momento económico que vivimos.
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