WhatsApp, la aplicación de mensajería más utiliza en el mundo, sufría ayer la segunda gran caída del servicio desde que Facebook la absorbiera. Una caída a nivel mundial que, en algunos casos, mantuvo a sus usuarios casi 3 horas sin poder comunicarse a través de la aplicación.
Como era de esperar, a las cientos de millones de quejas que surgían por las frecuentes caídas que está sufriendo Whatsapp en las últimas semanas, se unían las de aquellos que culpan directamente a Facebook, ahora propietaria de la empresa, de haber empeorado un servicio que ya tenía de por sí lagunas a nivel de estabilidad.
Ayer miércoles, a eso de las 14:00 horas, Whatsapp dejó de funcionar en todo el mundo. Una avería que duró, en el mejor de los casos, 50 minutos y que mantuvo a todo el planeta sin poder comunicarse con sus contactos a esas horas.
Como es lógico, los rivales de Whatsapp aprovecharon enseguida la brecha para recordar al mercado que sus aplicaciones son gratuitas y más estables. Sobre todo, quienes salen ganando de cada caída de Whatsapp son LINE y Telegram. Dos aplicaciones que, si bien hasta ahora no pueden presumir de estar a punto de pillar al líder, sí que están cada vez en más teléfonos, esperando a ser utilizadas en este tipo de casos.
Pero independientemente de esto, me pregunto si la compra de Facebook tiene o no que ver directamente con estas caídas, cuando antes de que Whatsapp fuera absorbida, ya había caídas de este nivel… ¿Qué opináis? ¿Están justificadas tantas caídas de servicio?
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