Uno de los aspectos que empiezan a preocupar a los jugones más empedernidos es el enorme tamaño de cualquiera de los juegos que se están lanzando para PS4 y Xbox One. Los 500GB de serie que ofrece cada consola ya no parecen tan grandes… De hecho, ambos fabricantes han buscado una forma de aumentar ese espacio.
En el caso de PS4, la manera es cambiando el disco duro por otro. El proceso es sencillo ya que los ingenieros han dejado el mismo muy muy accesible, bajo la tapa. Con Xbox One es diferente. Por defecto no se debe cambiar el disco (sería una maniobra que nos haría perder la garantía de Xbox One al instante). La alternativa es conectar un disco duro externo por USB.
Pero claro… Siempre hay que más posibilidades de las que en un principio se ofrecen de serie. Esta vez vemos como una mente inquieta se decide a hackear Xbox One y cambiar el disco duro interno por un disco SSD. Los resultados son increíbles.
Como sabéis, los SSD son mucho más rápidos a la hora de leer y escribir datos. De esta forma, al cambiar el disco mecánico por un SSD se consigue reducir tiempos de carga de juegos y de arranque de la consola. Para hacernos una idea, en este caso han reducido el tiempo de carga de Killzone: Shadow Fall de 60 segundos a 37.
Ojito porque cambiar el disco duro de Xbox One por un SSD es complicado y te hace perder la garantía. Si estás al tanto de eso y decides aceptarlo, ¡el resto son alegrías! |