Mientras que vemos como los fabricantes de móviles van introduciendo tecnologías increíbles en sus terminales, pantallas flexibles, sensores de huellas dactilares y otros, uno de las peores aspectos de todo esto sigue sin ser solucionado: La duración de las baterías y el sistema de carga.
Ojo porque eso de tener que conectar el móvil a un cable y a la red es una tarea diaria y llevada a cabo por todos y cada uno de nosotros. Y no es que sea precisamente ni cómodo ni estético el tener cables por todos lados.
Ya hay una media solución: La carga inalámbrica Qi. Un sistema que elimina el cable entre el cargador y el móvil pero que no deja que ni tan siquiera podamos coger el teléfono un segundo para responder un Whatsapp o ver un correo. Una pena, sin duda.
Menos mal que algunos científicos siguen investigando y probando con diferentes tecnologías porque, como veis, la carga inalámbrica a distancia ya es una realidad. Es decir, un cargador sin cables que además nos permite separar el teléfono de la base mientras sigue cargando.
Esto se consigue empleando como técnica la Resonancia Magnética. Es decir, creando un campo magnético capaz de excitar dipolos eléctricos a través del aire o incluso atravesando otros materiales, como la madera.
Con el sistema de carga por resonancia magnética podemos poner a cargar varios dispositivos en la base, coger uno y mirarlo sin que este corte la carga. Teóricamente se podría ampliar el rango de alcance aunque, como ya sabréis, las ondas electromagnéticas a este nivel de uso podrían resultar dañinas. Pero ya buscarán la forma de implementarlo. |