Ya os hemos hablado del iPhone 5S, de sus mejoras a nivel de hardware, de sus novedades… Entre ellas, quizás la más llamativa y futurista es el sensor Touch ID, un sensor de reconocimiento de huellas dactilares que Apple integra por primera vez en un terminal y que, en principio, pinta bastante bien de cara a facilitarnos aspectos básicos en el uso del teléfono.
El Touch ID o sensor de huellas del iPhone 5S funciona de forma que, tras grabar en una pequeña memoria del procesador nuestra huella, la toma como muestra para autorizar el uso del terminal o no a quienes coloquen su dedo sobre el botón de inicio.
Para ello, el Touch ID del iPhone 5S cuenta con un entramado de capas que forman, en combinación, un espectacular sensor biométrico. Cuando ponemos el dedo sobre dicho botón tocamos un cristal de zafiro translúcido y un anillo metálico capacitivo que activa la función de reconocimiento. Debajo hay un sensor óptico capaz de tomar una imagen de alta resolución de la huella que manda la imagen a un software interno de IOS 7 que compara con la muestra inicial.
A pesar de parecer complejo o enredoso, Apple y quienes han probado el sistema aseguran que es increíblemente rápido y natural. Es decir, que no hay que poner el dedo de una forma especial. Tan sólo dejarlo caer y listo.
Os preguntaréis ¿para qué un sensor de huellas no? Apple limitará su nivel de seguridad a sustituir el actual sistema de contraseñas en tareas sencillas como el desbloqueo del iPhone 5S, la compra de aplicaciones en la App Store, música, libros o películas en iTunes… Además, lo interesante, es que podremos almacenar las huellas de varias personas para autorizar el uso a otros miembros de la familia. |