| Angel Vilchez - 24/07/2013 | Kinect 2.0, Xbox One, Comprar Xbox One, Espiar con Kinect, Microsoft, FBI, Espionaje PRISM.
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Sabéis, no hace mucho os hablamos de las razones por las que compraría Xbox One en un momento de indecisión ante la duda de elegir contra PS4. Había razones interesantes, lo sé. Sin embargo, el hecho de pagar más por la consola sólo porque Kinect sea de uso obligatorio ya era bastante molesto.
Ahora, cuando se han desvelado documentos que revelan que Microsoft trabajó con el FBI ofreciéndoles datos, correos electrónicos y conversaciones en audio a través de Skype de sus usuarios, empiezo a tener razones para pensar que, tal vez, la obligación de usar Kinect y el que siempre esté captando sonidos sean motivos suficientes para desconfiar de Xbox One.
Así es. Como recordaréis, Microsoft nos vendió el nuevo Kinect como un periférico que 'siempre está alerta, escuchando lo que decimos y detectando cada movimiento para mejorar la experiencia de uso'. Y estaría bien si no hubiera precedentes de atentado contra la privacidad, una de las mayores preocupaciones de quienes han pensado en comprar Xbox One.
Imaginad por un momento que todas y cada una de las conversaciones que tengamos en la sala donde tengamos Xbox One sean grabadas. Pensad también que Kinect tiene dos cámaras… Es inevitable pensar que esa información pueda ser filtrada a ese programa de recolección de datos que tiene la inteligencia de EEUU, llamado PRISM.
No sé vosotros pero, a no ser que Microsoft elimine la obligación de tener que tener siempre activado Kinect, yo no pienso comprar Xbox One por muchas ofertas que ofrezcan. ¿Qué pensáis? |
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