El sector móvil ha llegado a un punto en el que poco más se puede extraer con el formato actual. Se pueden hacer pantallas más grandes, añadir no sé cuanto millones de colores más a las mismas, cuadriplicar la potencia de procesado… Pero al final, el usuario medio seguirá teniendo la misma experiencia.
Por ello tal vez los fabricantes más punteros empiezan a desviar la evolución de los mismos hacía formatos diferentes como el de los Smart Watch o Relojes Inteligentes. ¿Recordáis el de Sony? Pues Samsung se encuentra inmerso en el desarrollo de uno similar y muchas fuentes aseguran que tanto Microsoft como Apple también están apostando por este formato como próximo paso evolutivo de los dispositivos personales.
Detrás de todos estos desarrollos y avances hay un factor crítico que define si el producto funcionará o no… La usabilidad que encuentra el consumidor. Eso es algo que ha quedado demostrado en estos años y que evidencia el hecho de que sólo mejorando la experiencia de uso y facilitando ciertas tareas con menos acciones de por medio, un producto puede o no funcionar.
Teniendo esto en cuenta, toca hacer ejercicio de reflexión e intentar ver qué podrían aportar los Relojes Inteligentes a nuestras vidas, si mejorarían la experiencia con respecto a los propio Smartphone…
¿Para qué sirven y qué pueden aportar?
Empezaré compartiendo con vosotros lo que, desde mi punto de vista, puede dar de valor añadido un reloj Inteligente a la actividad actual….
En primer lugar veo este formato como un dispositivo de una sola dirección. Es decir. Está claro que lo más que puede ofrecernos es un sistema de lectura rápida y cómoda de eventos que sucedan en nuestro Smartphone sin tener que llegar a sacar este del bolsillo o cartera, y más teniendo en cuenta las dimensiones de los mismos en los últimos años.
Mi opinión sobre los Relojes Inteligentes es clara… Creo que resultan muy útiles para pequeñas acciones que, de otra forma, nos llevarían a tener que pasar por desbloqueos de pantalla, scrolls y otros que dificultan el acceso a dichas tareas. Y ¡es más! Creo que para acciones como cambiar de canción, consultar una ruta GPS, ver el mapa, acceder a la galería de fotos… Para todo ello, los Relojes Inteligentes pueden mejorar la experiencia de uso con respecto a los Smartphone actuales.
La pregunta es… ¿Conseguirán desbancar al Smartphone con tecnología propia? ¿Serán meros compañeros de estos? ¿Ves en ellos un valor añadido como para comprar uno?
Yo creo que para leer tuits, cambios de estado en las redes sociales, mensajes, correos cortos o incluso para videollamadas, el Reloj Inteligente puede resultar un buen compañero, siempre y cuando vaya conectado al Smartphone.
Sé que no sustituirá (al menos no de momento) al Smartphone porque su formato no facilita actividades como el escribir mensajes, el hacer búsquedas o incluso resulta inservible para esos momentos de ocio en los que echamos unas partiditas a Angry Birds u otros. |