Normalmente os hablamos de los aparatos más recientes, de las tecnologías más increíbles… Hoy, sin embargo, la noticia bien merece un hueco en nuestra sección y por ello os damos a conocer un ejemplo más de doble moral e inmoralidad por parte de aquellos que tienen el poder.
Es Torrentfreak el que publica la información conseguida por los propios creadores de BitTorrent. Resulta que un rastreo de direcciones IP que compartían archivos protegidos por derechos de autor y propiedad intelectual ha llevado a los gestores de BitTorrent hasta las mismísimas oficinas del FBI.
¿Sorprendidos? Lo más vergonzoso es que el rastreo y un estudio llevado a cabo posteriormente achacan a dichas descargas a agentes del Centro Criminal de Información de la división de Justicia del FBI o, lo que es lo mismo, quienes descargaban series como Homeland, Dexter o Boss eran los mismos que se dedican a buscar y denunciar a otros usuarios que hacen exactamente lo mismo.
El escándalo ha atravesado el planeta de punta a punta y de nuevo se clama a la ética profesional y a la propia moral para que no se den estos casos de sinvergonzonería. Es así. Quienes tienen que velar porque no se delinca no pueden aprovechar su situación para delinquir en aquello que vigilan.
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