Los principales operadores han visto en el último año como sus clientes han ido abandonando sus contratos para migrar a los llamados operadores Low Cost, como Yoigo, Pepephone o Simyo.
Los OMV u operadores virtuales son una amenaza para su modelo de negocio y tienen dos opciones: bajar los precios o comprar a estas empresas para controlarlos. Pues es ese el caso de Orange que, según leemos en El Economista, se ha hecho con Simyo tras una dura batalla de pujas contra Vodafone, quien también estaba interesada en ella.
Simyo posee en España más de 400.000 clientes y ofrece tarifas tan competitivas que los operadores principales no pueden o no quieren igualar. Por tanto, ante esta situación, Orange ha decidido comprarla y pujar al mismo tiempo por Yoigo, con tal de controlar los precios de las tarifas y hacerse con todos sus clientes.
Ahora es Vodafone el que quiere tener su propio operador Low Cost, ya que Orange cuenta con nada menos que dos: Amena y ahora Simyo. La pregunta es… ¿Hacen esto para monopolizar el sector y terminar con las tarifas Low Cost?
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