El futuro más cercano pasa por eliminar las tarjetas de crédito de nuestras vidas y hacer los pagos necesarios a través del móvil. Para ello ya existe un estándar, llamado NFC, al que casi todos los fabricantes han adoptado como vía para realizar dichos pagos, además de servir como identificador digital, etc.
Como todo canal de transferencias, existe el riesgo de que un hacker, con los conocimientos y tecnología adecuada, consiga interceptar los paquetes transferidos y robe parte o toda la información que vincula nuestro teléfono con nuestras cuentas bancarias.
Pues bien. Un experto en seguridad informática, llamado Charlie Miller, ha demostrado que el estándar NFC puede ser hackeado, y que la dificultad del proceso no está tanto en el sistema en sí como en el firmware del teléfono que lo use.
Es decir. Miller ha demostrado que tanto los teléfonos Android de Samsung como el Nokia N9, con sistema operativo Meego, son especialmente susceptibles al hackeo de los datos por NFC.
Con un sistema que pretende borrar el dinero físico de la faz de la Tierra, lo responsable es no establecer dicha plataforma en el mercado real hasta no estar seguros de que se trata de un proceso totalmente seguro y que garantice los ahorros de cada persona que lo use.
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