Los fallos producidos por el propio servicio de Whatsapp no serían los únicos problemas del mismo, ya que se le viene uno, muy grande y con muy malas intenciones.
Y es que, la CMT está estudiando regularizar este tipo de aplicaciones como otras del estilo de Skype, tras verificar que el uso de servicios llamados 'over the top', como son la mensajería instantánea, las llamadas sobre VoIP o el consumo de contenido multimedia, están canibalizando las principales fuentes de ingreso de los operadores.
Telefónica, Vodafone, Orange y otros operadores europeos presionan a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones para que se cree un marco legal que les permita filtrar (prohibir) o facturar servicios como Whatsapp, que han acabado -alegan- con su mercado de los SMS.
No obstante, habría que recordar a los dirigentes de estas compañías, que gracias a la demanda de uso de Whatsapp, sus contratos por tarifas de datos se han disparado en los últimos años, sin contar con la cantidad de móviles vendidos y las permanencias conseguidas debido a dichos contratos.
Por tanto ¡menos lobos caperucita!
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