Llamados a ser el sustituto de los portátiles tradicionales y el dispositivo de trabajo ideal para quien está todo el día fuera de la oficina, los Ultrabook han llegado para quedarse. Estos equipos forman parte de una categoría definida por una serie de prestaciones y parámetros, como lo han sido en su momento los netbook. Potentes procesadores, delgados diseños, arranque de sistema muy rápido, uso de discos SSD y procesadores de Intel, son aspectos básicos para ser parte de la familia.
Un punto que Intel perseguía y que hasta ahora se escapaba a su alcance era el precio. El fabricante de chips pedía precios no superiores a 1000 euros, pero las marcas que fabrican Ultrabook no estaban dispuestos a bajarse de 1.300 euros hasta ahora.
¿Por qué? Pues porque dado que en tecnología siempre se está avanzando y se consiguen mejores prestaciones al mismo o menor precio, fabricantes como Acer, HP, Asus, Samsung o Lenovo han de vender su stock de producto antes de que lleguen los nuevos procesadores Intel Ivy Bridge, que sin duda dejarán a los actuales Ultrabook en un estado casi obsoleto.
Por eso, Acer ha bajado su Aspire S3 a poco más de 650 euros y el resto de fabricantes anunciarán los ajustes de sus equipos muy pronto. Sin duda, gran noticia para los consumidores. |