Ha sólo unos meses de que Netflix llegue a España, son ya muchos los empresarios que ven en el problema de la piratería una oportunidad de negocio, ya que evidentemente hay carencia de servicios que ofrezcan contenidos legales y a buen precio.
Netflix soporta ya 25 millones de usuarios y su negocio, basado en el pago de una suscripción mensual por una tarifa plana de películas y series, parece funcionar en EEUU. Sin embargo, aquí en España se sigue pensando en pasado, es decir, llevar los videoclubs de toda la vida a Internet y alquilar películas o capítulos de series, a un mayor precio incluso que el de las tiendas físicas.
Algunos ofrecen mejores condiciones que otros, pero al final sigue existiendo un vacío que nadie llena, el de las películas y series online en tarifa plana. Algunos han intentado colarse en nuestras casas como Wuaki.TV, el consorcio de productoras españolas Filmim, el videoclub Accine.com que promovió la SGAE o las propias plataformas lanzadas por Ono, Movistar, Microsoft o Sony.
Sin embargo, parece que sólo un modelo de negocio como el de Netflix tendría cabida en nuestro país, donde hasta el momento, los productos ofertados no acaban de recibir el apoyo de los internautas.
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