Ayer, Spotify anunciaba una serie de medidas que limitarían el acceso de música a los usuarios de la plataforma, en su modalidad Freemium. Unas medidas que pasaban por reducir el total de horas de reproducción de música gratis, de 20 a 10 horas/mes, como la limitación de sólo poder escuchar una misma canción 5 veces.
Como es de esperar, las quejas y reclamaciones no faltaron en la red, ya que desde una perspectiva superficial, es una acción de ‘recortar derechos’ sobre la plataforma.
Spotify, un modelo de negocio ejemplar
Lo increíblemente bueno de Spotify es que nos permite disponer de millones de canciones sin tener que comprarlas. Para ello, la compañía lanzó varias modalidades de uso que, dependiendo de las necesidades de cada uno, serían gratuitas o de pago.
- Open: Este modelo permite escuchar música gratis a cambio de recibir publicidad gráfica o sonora, dentro de la misma aplicación de Escritorio.
- Unlimited: Esta modalidad cuesta 4.99 euros/mes y elimina la publicidad. Además, permite cargar archivos de música propios en la aplicación y elimina la limitación mensual de horas de reproducción.
- Premium: Es el modelo de servicio de música más avanzado, ya que por sólo 9.99 euros/mes (recordemos que un solo CD vale más de 13 euros), podemos tener acceso ilimitado a todo el catálogo de canciones, sin publicidad, podemos usar Spotify desde un móvil o Tablet y, además, escuchar música en dispositivos móviles sin necesidad de una conexión a Internet.
Desde que se anunció la Ley Sinde, todos hemos hecho referencia a Spotify como modelo de negocio a seguir. Incluso en la modalidad Premium (9.99 euros/mes), Spotify sigue siendo un modelo de negocio rentable para todos.
Spotify: Seamos fieles a nuestras palabras
La cosa es que todos hemos alabado el modelo de Spotify. Cuando nos imponen leyes como la Ley Sinde todos hablamos de lo bien que funciona el modelo de esta empresa, donde por menos de lo que cuesta un solo CD, podemos acceder a toda la música del mundo durante un mes.
Ahora que la compañía intenta relanzar este servicio, bajo esta modalidad, comenzamos a exigir lo gratis, cuando hemos argumentado la necesidad de un cambio en la industria musical, prometiendo que dejaríamos de descargar contenidos si los precios fuesen como los de Spotify.
La pregunta es sencilla… ¿Pagarías la ridícula cantidad de 10 euros al mes por tener acceso a toda la música, desde cualquier parte del mundo, si la Ley Sinde elimina las páginas de descargas? |