La actual situación que vivimos los consumidores y clientes de tarifas planas en ADSL y fibra óptica es, cuanto menos, preocupante. Ya no sólo nos referimos a la mala calidad de las líneas, su elevado coste y la justa velocidad que nos brindan los operadores por ellas, sino a la intención de algunos de los grandes ISPs, de terminar con las tarifas planas para cobrar aún más dinero al sobrepasar un volumen de datos consumidos.
Es el caso de AT&T, una de las mayores compañías de telecomunicaciones de EEUU, quien ha lanzado un comunicado oficial en el que anuncia que, a partir del 2 de mayo, cobrará 10 dólares por cada 50 GB de consumo de más, una vez pasados los 150 GB o 250 GB, según modalidades de contrato.
Hablamos de un paso que tira por tierra futuras plataformas que requieren de grandes cantidades de datos transferidos, como servicios de video en streaming (Netflix). Sinceramente, creo que AT&T ha sido muy valiente al anunciar el fin de las tarifas planas de sus servicios, pues lo normal es que ahora sus clientes se vayan a otras compañías.
Sin embargo, mucho me temo que eso no valdrá de mucho, pues creo que esta estrategia ya ha sido consensuada con otros operadores, para al final crear un estándar que imponga las limitaciones en las conexiones a Internet a nivel global.
En Europa, hemos visto como los principales operadores europeos se han reunido para tratar el futuro de las redes y sus propuestas para, según ellos, que la rentabilidad de los servicios sea positiva. Esto amigos, significa que muy pronto podríamos ver como el fin de las tarifas planas llega también a Europa y España.
¿Qué os parece la medida de AT&T?
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