¿Qué sería de la evolución del mundo si unos no tomaran ideas de otros para crear nuevos servicios o productos? Eso es lo que Sony debió pensar al incluir supuestamente tecnología de LG en el reproductor Blu-ray de PS3.
Lo que pasa es que si uno desarrolla una tecnología y la patenta, el resto de fabricantes que quieran usarla deben pagar por ella, exponiéndose a demandas millonarias en caso de no hacerlo o incluso a ver como su producción es bloqueada por la Justicia.
Este es el caso de Sony, quien durante 10 días ha sufrido el bloqueo de más de 300.000 consolas PS3 en Holanda, tras la sentencia de un Tribunal del país, en respuesta a la denuncia de LG, quien afirma que Sony no ha pagado por utilizar su tecnología en este componente de la consola.
La sentencia, obligaba al servicio de aduanas de Holanda (principal punto de entrada de PS3 en Europa) a incautarse temporalmente de todas las PS3 que entrasen en el país, inclusive, de aquellas consolas vendidas (menos mal que no han ido casa por casa haciéndose con ellas).
Ahora, el Tribunal de La Haya ha levantado el bloqueo e imputa a LG una sanción económica de 130.000 euros, en concepto de costas judiciales, además de una indemnización de 200.000 euros por cada día de retraso en la devolución.
Como podréis imaginar, LG ya ha recurrido dicha sentencia y continuará con su guerra de patentes contra Sony, quien también tiene denunciada a LG en EEUU, por usar su tecnología en algunos teléfonos móviles.
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