La política en España ha llegado a un punto, que sin duda alguna me recuerda a otros países como Italia, Venezuela... ¡Ya me entendéis!
Y es que lo que estamos viviendo actualmente con respecto a la Ley Sinde, roza lo surrealista. No habrá cosas importantes en este país para arreglar: causas pendientes que demoran el derecho de justicia de familias enteras o empresas que esperan un juicio, tras haberse ido a la quiebra por falta de pagos de ayuntamientos y grandes corporaciones; que poner patas arriba varios Ministerios y Juzgados, para acelerar al máximo una ley, que pretende saltarse los veredictos de jueces, que han sentenciado como legales las páginas de enlaces de descargas.
Digo esto, porque parece que la ''señora'' Sinde tiene muuucha prisa por empezar a cerrar páginas web. Tanta que ya ha anunciado que su objetivo es comenzar dichos cierres antes de verano.
Hoy se debatirá en el Pleno del Senado la norma presentada en forma de enmienda, pactada entre PP, PSOE y CiU, quedando por pasar en el Congreso, en marzo, el último obstáculo para comenzar a cerrar páginas web.
Resulta al menos curioso, el que el Gobierno se las haya ideado para pasar por alto los juicios convencionales, para conseguir un resultado distinto al que se viene dando en los últimos pleitos contra páginas de enlaces a descargas.
¿Realmente la justicia tiene tanto poder en España o sólo goza de la libertad que le proporciona el Estado?
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