A estas alturas no es ningún secreto el que Nokia pierde terreno, ventas e ingresos en el sector de la telefonía, ante fuerzas tan conquistadoras como Android o iPhone. El fabricante finlandés lo tiene complicado porque su sistema operativo Symbian se ha quedado algo obsoleto, mientras que Symbian 3 apenas ha levantado un mínimo de interés.
La empresa prepara una plataforma nueva (Meego) que llegará con el Nokia N9, pero las expectativas tampoco son muy alentadoras. Os cuento esto para que os pongáis en situación antes de digerir la noticia que desvela el New York Times. Y es que Nokia podría abandonar sus plataformas actuales e instalar en sus nuevos smartphones, Windows Phone 7, el OS móvil que Microsoft lanzó hace unos meses.
Suena a locura, pero si tenemos en cuenta que el actual CEO de Nokia es un ex directivo de Microsoft, la cosa cambia. Es más, creo que este señor ha llegado para dar un giro al principal fabricante de teléfonos móviles del mundo, que por supuesto, podría relanzar a Windows Phone 7, un OS que no ha tenido el éxito que esperaban en Redmond.
Personalmente, no veo a Symbian como un competidor y Meego tampoco me hace mucha ilusión. Creo pues, que si Nokia no quiere seguir perdiendo terreno, debería de adoptar Android, o en su defecto, a Windows Phone 7, que aún tiene mucho que decir.
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