AppStream podría hacer el empuje final que el mundo de Linux necesita para establecerse de manera más global. Linux es un sistema operativo que triunfa a nivel de infraestructuras de servidores, pero a nivel doméstico, sólo un 1% de la población mundial lo utiliza como sistema principal. Unos datos que no resultan nada alentadores, teniendo en cuenta la larga trayectoria de la que goza el OS.
Gran parte de la culpa de que Linux no se haya instaurado de forma masiva se encuentra en la gran segmentación que existe a través de distros (Red Hat, Fedora, Mandriva, openSUS…), las cuales han ido avanzando por separado, haciendo que el sistema principal pierda cierta identidad, por no hablar de la incompatibilidad y fragmentación que existe a la hora de instalar y desarrollar aplicaciones y programas.
Por ese motivo, para que la única forma de que Linux llegue a algún puerto (hablando en datos masivos), los responsables de todas estas distribuciones de Linux se han reunido para atajar dicha segmentación y unificar el desarrollo e instalación de aplicaciones para todas y cada una de ellas, a través de un tienda de aplicaciones para Linux, llamada AppStream.
Con el proyecto AppStream, los programadores verían una plataforma de desarrollo más universal en cuanto a empaquetados y arquitecturas, posibilitando su instalación desde una misma interfaz, AppStream.
Con AppStream para centralizar las aplicaciones, un sistema operativo gratuito y su condición de código abierto, puede que Linux de el salto a unos pocos millones de Escritorio más, en poco tiempo.
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