En el transcurso de 2010, varios estudios dirigidos por departamentos de investigación de varias universidades internacionales, han concluido que los juegos y las consolas pueden ser muy beneficiosos para los niños y su evolución mental.
En dichos estudios, se ha llegado a decir que el nivel de reflejos, agilidad mental o habilidad para solucionar problemas en menor tiempo en personas que juegan a consolas, es superior al de personas que no suelen dedicar tiempo al mundo de los videojuegos. Esa es una de las caras que proporciona el estudio de los videojuegos. En su contra, también se establece que los videojuegos pueden causar problemas de conducta y mentales como hiperactividad, adicción, individualismo crónico, etc.
Estos son algunos de los síntomas que se incluyen en el último estudio de la Universidad de Iowa, en el que se concluye que los videojuegos están ligados a diversos trastornos mentales. Yo no soy experto ni científico, pero creo que ambos estudios llevan su parte de razón.
Por un lado, uno puede ver como un niño aprende matemáticas o geografía cuando juega a un título educativo. Además, es cierto que dedicar horas a resolver situaciones complicadas en un juego de estrategia, puede mejorar y agilizar el cerebro ante situaciones de la vida cotidiana. Por otro lado, he visto con mis propios ojos como niños de 13 años viven encerrados en sus casas, sin relacionarse con otros individuos por jugar a sus consolas, lo que a nivel social y mental, no es muy saludable.
Como estos síntomas, creo que podríamos sacar muchos más, tanto positivos como negativos. La pregunta es… ¿Creéis que jugar a consolas es más positivo que negativo para la salud mental de un niño?
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