Aunque hasta ahora no es ilegal en España la descarga de archivos con protección de derechos (siempre que no sea con ánimo de lucro), la gente que gana dinero y se beneficia económicamente de ello sí que recaen en un delito.
Por ello, Sony ya ha metido las garras en territorio español y ha conseguido que conste como delito el vender PS Jailbreak o cualquier otro dispositivo que permita piratear la PS3. Esa ha sido la sentencia de un juez de Barcelona, quien ha dictado una orden cautelar de prohibición de distribución del hack USB que se ha hecho famoso a nivel mundial.
Tras conseguir que se prohíba el PS Jailbreak en varios países como Alemania, Hong Kong, Paises Bajos, suecos y toda Australia, Sony ha conseguido que sus denuncias contra varios comercios españoles que vendían PS Jailbreak se tengan en cuenta y contabilicen como delito.
La lucha de Sony ha pasado de lanzar una actualización de firmware contra el Jailbreak a llevar a los tribunales a cualquier comercio (físico u online) que lo distribuya. De momento, las sentencias se han puesto de su parte y, al menos, PS Jailbreak lo tiene más difícil como dispositivo estándar.
Por otro lado, el código fue liberado y pronto apareció PSGroove, un programa que permitía a cualquiera crear un USB Jailbreak para PS3. Aunque la actualización ha cerrado a muchos las puertas para piratear la PS3, los más ingeniosos han podido saltarse la actualización con un juego de direcciones IP.
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