Desde hace poco más de un año, los fabricantes de teléfonos móviles incluyen en sus terminales la tecnología 3G. Un sistema que da soporte a la conectividad de alta velocidad a Internet que operadores de todo el mundo ya venden en paquetes o tarifas planas 3G.
La llegada de estos teléfonos inteligentes o Smartphone como el iPhone u otros teléfonos Android de fabricantes como HTC, Samsung o Motorola, están disparando el consumo de Internet desde el móvil, lo que según una gran mayoría de operadores es una situación insostenible debido a la gran infraestructura que se requiere y los pocos beneficios que genera.
Es decir, lo que grandes operadoras de telefonía móvil e Internet 3G dicen, es que las tarifas planas de Internet móvil deben de desaparecer para dar paso a nuevos paquetes basados en el consumo de cada uno. Si consumes más, pagas más.
Desde un punto de vista lógico, esta premisa podría ser aceptada. El problema reside en que han sido ellos mismo los que han propiciado este tipo de ofertas y servicios para captar a los clientes y, cuando han visto que la posibilidad de navegar, ver el correo, actualizar las redes sociales o ver videos desde el móvil se ha convertido en la nueva moda, ahora quieren retirar esas tarifas planas para dotar de más velocidad y consumo a los que más paguen.
Hasta aquí la idea de los operadores. Ahora toca revisar la parte del consumidor. Estoy seguro de que muy poca gente necesita disponer de una conexión a Internet en el móvil. Casi todo mi entorno social y familiar utiliza las conexiones 3G por ocio y porque, a día de hoy es un servicio relativamente asequible. En caso de que los operadores comiencen a comercializar e intentar hacerse con más dinero nuestro ¿Qué podría pasar?.
Evidentemente, el que los operadores tomen la decisión de eliminar las tarifas planas de Internet móvil podría llevar al cese de nuestros contratos. Así que ya pueden inventar otra cosa mejor porque, al menos yo, no estoy dispuesto a pasar por el aro.
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