Hace unos años, la televisión por sí sola era un poco tonta. La información y los contenidos sólo viajaban en una sola dirección y los telespectadores no teníamos más remedio que absorber la voluntad de unas pocas empresas. Entonces eran tiempos en los que no existía alternativa y la única forma de poder personalizar la programación televisiva era a través de un grabador de video. ¡Fueron los años gloriosos de la televisión!.
Con la llegada de Internet, se cambio radicalmente la forma y el concepto de consumo de contenidos. En un principio eran las páginas ilegales quienes ofrecían esos contenidos bajo demanda(cuando queríamos y donde queríamos). Luego, las cadenas de televisión optaron o se vieron obligadas a crear su propia plataforma web para brindarnos con la televisión a la carta, pudiendo ver las series, documentales y programas de televisión en el momento que quisiéramos, algo que ha beneficiado al internauta y perjudicado al negocio de la televisión tradicional.
No tardaron en llegar y aparecer las grandes compañías de Internet como Google o Apple para sacar provecho de esta tendencia. No hace mucho, Google presentaba Google TV, una plataforma que ''confusamente'' mezclará ambas plataformas (Internet y la televisión) para que podamos acceder a dichos contenidos de la red en la televisión. Todo sobre una plataforma propia, creada para controlar y dirigir por un camino a la audiencia. Esto amigos, es volver a aquellos entonces donde eran las grandes multinacionales quienes decidían lo que podíamos y debíamos ver (si no me creéis tiempo al tiempo).
Apple ya las vio venir hace tiempo y lanzó Apple TV, un proyecto con forma y grandes aspiraciones, pero que desde mi punto de vista llegó con demasiado tiempo de antelación. Ahora, la compañía podría relanzar y adaptar Apple TV bajo el nombre iTV, manteniendo la misma filosofía de ofrecer los contenidos que ellos crean oportunos, a través de un coste por unidad.
Creo que las opciones presentadas podrán ser muy apetecibles en cuanto a diseño y marketing, pero mi experiencia en la red me ha enseñado que el verdadero potencial para el consumidor se encuentra en una plataforma abierta y libre, es decir, un sistema que no esté gobernado o supervisado por ninguna empresa en concreto.
Para ello, se crearon los Nettop u ordenadores de Salón. Pequeños PCs, silenciosos y con acabados igual de bonitos. Estos equipos nos ofrecen la misma libertad de movimiento que un PC convencional y están diseñados para ser fusionados con la televisión. ¿La diferencia de un PC de salón y Google TV o iTV? La fuente de los contenidos la elegimos nosotros y las aplicaciones que se pueden instalar no pasan por una fase de censura y control empresarial (como las apps de Apple).
Por otro lado, el que compañías como Google o Apple intervengan en este tipo de plataformas, aseguran una mínima calidad y una mejor organización para el usuario convencional. Buscadores integrados, opciones de alquilar películas a un clic, aplicaciones bien diseñadas… Cada una de las plataformas tiene sus pros y contras, pero sigo pensando que deberíamos de creer en un Internet libre, sin compañías privativas de por medio.
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