Según los últimos informes de analistas, en 2014 se habrán vendido en el mundo cerca de 43 millones de televisores 3D. Sony, Panasonic, Philips y otros fabricantes están deseando de implantar esta tecnología en nuestros hogares y salas de estar, aunque pensándolo bien, es una forma de justificar un incremento de precio como el de los cines y las peliculas 3D.
He meditado mucho si comprar una televisión 3D o no. Por un lado me dejé llevar por la novedad tecnológica (es lo que pasa por ser un geek). Pero pronto abrí los ojos y decidí no caer en el error de hacerlo.
Cuando acabo de trabajar, lo que me apetece es ir a mi salón, sentarme, ver una serie para relajarme y distraerme… El uso de las gafas 3D puede ser de todo menos relajante. Cuando llevas un buen rato con ellas puestas, comienza a llegar el cansancio de ojos, un leve dolor de cabeza y, al cabo de una o dos horas, estás deseando de soltar esas aparatosas lentes y volver a disfrutar del uso normal.
Creo sinceramente que el 3D está muy bien para el cine, para ver una peli de un par de horas y poco más. Otro de los motivos por los que no pienso comprar una televisión 3D por su calidad. Llevamos año luchando y pidiendo más calidad en las imágenes. Hasta hace poquito se había conseguido una mejoría notable, pero llegó el 3D. Lo quieran o no los fabricantes, el 3D empobrece la calidad y viveza de las imágenes3D, los colores se vuelven más pálidos, la definición se pierde bastante… Si no que le pregunten a Sony y sus juegos 3D para PS3, los que no podrán reproducirse a más de 720p.
Pensaréis que me estoy cebando un poco con esta nueva tecnología, pero os prometo que se de lo que hablo por que lo he probado. Un último apunte por lo que no voy a comprar una televisión 3D. Los contenidos existentes para este tipo de televisores son de risa. Si echamos un vistazo a grandes superficies o incluso a la red, podremos encontrar en total menos de 20 contenidos en 3D. Desde mi punto de vista, lo que está pasando es que las productoras esperan que se vendan más televisores 3D para invertir en contenidos, mientras que los consumidores no compran televisores hasta no ver un catálogo de posibilidades decente. Al final, el pez que se muerde la cola y sin avances reales para nosotros, los que pagamos.
Por último me gustaría decir que la falta de coordinación entre fabricantes y la decisión de no crear un estandar para todos, es quizás el elemento decisivo para el futuro de esta tecnología. ¿150 euros que valen unas gafas 3D y que no puedas usarlas para ver una peli en casa de un amigo porque no es de la misma marca?...
En conclusión, creo que el 3D es un sistema (a día de hoy) simplemente interesante en el cine, pero no en los hogares. ¿y tú? ¿Por qué sí o no lo comprarías?
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