Empecemos por el principio. Un grupo de músicos, compositores y la asociación PRS del Reino Unido, ha pedido al gobierno que incluya en la batalla contra la piratería un canon para los proveedores de Internet que amortice las pérdidas económicas que sufren ante la descarga de archivos ilegales.
Es decir, lo que estos ''artistas'' pretenden es que los proveedores de Internet paguen un impuesto por permitir que los usuarios descarguen archivos. Eso es lo que a primera vista podríamos pensar, pero como somos más listos de lo que ellos piensan, veamos pues que hay detrás de esa propuesta de ley….
Hasta ahora se ha intentado perseguir a todo individuo que descarga archivos ilegales. Los organismos y gestores de derechos de autor no han conseguido nada centrando sus esfuerzos en los internautas y han optado por subir un escalafón hasta los operadores, a quienes ya han presionado para que sirvan de espías y verdugos, intentando que los proveedores de Internet corten el acceso a Internet a éstos.
Los proveedores no han aceptado esas proposiciones porque les haría perder nombre y muchos clientes, así que la forma de que accedan es intentando hacerles pagar por lo que los usuarios hacen. Si consiguen que el canon de los proveedores se regule y apruebe, los gobiernos saben que será el momento en el que un chantaje podría hacer que los proveedores se replanteasen dichos cortes para no tener que pagar el impuesto.
Un juego de maniobras políticas y alianzas oscuras es lo que hace que las grandes compañías consigan grandes beneficios y poder en cualquier país y eso es lo que intentan forzando la ley hasta puntos en los que el chantaje económico sea un arma para conseguir objetivos.
Los proveedores acabarán entrando en el juego a cambio de conseguir libertad para sus intereses. Un ejemplo de ello lo ha dejado claro Talk Talk (principal proveedor de Internet en el país) al contestar que para poder estimar el canon y los impuestos a pagar, el gobierno o ellos mismo tendrían que monitorizar el tráfico y almacenar datos privados de los usuarios y eso es, a día de hoy, atentar contra los derechos de privacidad de los usuarios.
Por supuesto, a los proveedores les vendría muy bien una ley que les diese margen para recoger todos esos datos, pues la información obtenida tiene mucho valor en sectores comerciales.
A fin de cuentas, si pensáis que alguien vela por nuestros derechos en Internet o en la vida real, es que no habéis profundizado lo bastante en el juego de los de arriba.
|