Es curioso el modo en el que se establece a día de hoy el mercado. Siempre ha sido la demanda social quien ha creado los servicios, pero en los últimos años, el fuerte espíritu consumista de las personas ha cambiado el orden y es ahora el servicio y producto quien crea la demanda.
Un ejemplo de ello es el 3D. Una tecnología que nadie reclamaba y que podría haber seguido décadas fuera de nuestras vidas, pero que algunos fabricantes y el sector del entretenimiento digital está empujando de manera artificial como algo necesario. Tanto, que a pesar de ya estar comercializándose, ha dejado de lado ciertas normativas o prevenciones que debían de haber sido estudiadas antes de hacerlo.
Digo esto tras leer la página de advertencia que ofrecerá Samsung con su línea de televisores 3D, en la que uno puede asustarse al ver la cantidad de peligros y efectos que puede llegar a provocar esta tecnología.
Reacciones como vértigos, posibilidades de padecer episodios epilépticos ante películas y juegos 3D, mareos o vómitos en mujeres embarazadas y personas bajo los efectos del alcohol, movimientos involuntarios, visión alterada, desorientación…
Samsung añade una larga lista de reacciones y peligros que pueden darse al ver una película 3D. En especial, hace hincapié en personas fotosensibles y niños, los cuales tienen un factor de sensibilidad a estos contenidos mayor al de los adultos.
Dicho esto, ¿alguien ha visto algún cartel de advertencia en Cines 3D? ¿Son conscientes los padres del peligro o de las posibles reacciones que pueden tener sus pequeños ante estos contenidos?
Quizás es hora de que los mismos (Gobierno) que fuerzan la ley para exterminar la descarga de películas se preocupen más por la salud de las personas que por el bolsillo de las grandes empresas capitalistas.
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