Teddy Bautista, máximo dirigente de la SGAE, ha firmado una pensión por jubilación con la entidad que sitúa a éste una cuantía de 24.500 euros al mes para el resto de su vida.
Según un documento al que La Razón ha podido tener acceso, el presidente de la SGAE y sus directivos habrían invertido más de dos millones de euros en un plan de pensiones para conseguir jubilaciones millonarias, dinero que sale de los impuestos recaudados por el Canon Digital, derechos de autor cobrados a Centros de la Tercera Edad por ver la televisión de forma colectiva, a organizaciones de conciertos y eventos culturales destinados a obras benéficas, etc.
La publicación de este documento llega en un momento de crisis económica de la SGAE, quien en 2008 presentó un saldo negativo de 1.35 millones de euros,el cual ha acarreado un plan de ajuste de plantilla con más de veinte despidos en las últimas semanas, alegando ''falta de productividad'' y ''razones organizativas''.
Como respuesta a estas ''medidas sin nombre'', los empleados de la SGAE denunciaron ante el Ministerio de Cultura que los directivos de la entidad hipotecan las futuras recaudaciones con inversiones en ''construcción de edificios y financiación a empresas de terceros con ánimo de lucro''.
Tras conocer todas estas artimañas y el ''pensionazo de Bautista'', me resulta vergonzoso que a día de hoy el Gobierno no haya intervenido con la misma consistencia que con la Ley Antidescargas, por no hablar de la omisión de responsabilidades en cuanto a las supuestas irregularidades en las cuentas de un organismo tan leyista e interesado.
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