Steve Ballmer, presidente ejecutivo de Microsoft se mantiene cauto ante la idea que se ha preconcebido en la red de que Windows 7 aumentará la venta de ordenadores a nivel global.
Ballmer, en una entrevista, predijo que Windows 7 hará que la venta de ordenadores aumentará con la llegada de su nuevo sistema operativo, ya que por estadística, cada vez que se ha lanzado una nueva versión de Windows, los datos de mercado han sufrido variaciones en alza y positivas, al mismo tiempo que considera que Windows 7 supondrá un gran efecto, aunque la crisis hará que éste impacto sea más moderado de lo que esperaban en un primer instante.
Las actualizaciones de Microsoft, cuyo sistema operativo está instalado en el 90% de los ordenadores del mundo, son normalmente bien recibidas por los fabricantes que buscan un aumento de las ventas de equipos, aunque un estudio de más de 1000 compañías, deja claro que 6 de cada 10 empresas dijeron que pensaban saltarse la compra de Windows 7 debido a los recortes de gastos, algo que se traslada igualmente a las familias.
Ballmer reiteró en la entrevista que el sector tecnológico empezará a recuperarse de forma lenta, y que será en ese momento cuando se verá realmente el efecto de Windows 7 en la venta de ordenadores a nivel mundial.
Todas estas declaraciones parecen corresponder a la justificación anticipada de un mal índice de venta de Windows 7 el día 22 de Octubre, es decir, desde Microsoft saben que las expectativas creadas no corresponderán con las ventas que la compañía obtendrá, y eso a nivel de imagen de marca, puede ser un batacazo.
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