Tras la explosión de un iPhone 3GS la semana pasada en Francia, la cual causo daños en la cara de un joven de 18 años y de un iPod en Inglaterra pocos días después, cuando el padre de una joven tiró a la basura este por sobrecalentarse y estalló, Bruselas ha abierto un expediente a Apple en el que se pide explicaciones de lo ocurrido.
La Comisión Europea ha solicitado tanto a Apple como a las autoridades pertinentes de ambos países, un informe completo que ayude a esclarecer las condiciones que se dieron en las explosiones de un iPhone 3GS y un iPod para poder descartar estos productos como peligrosos.
El portavoz comunitario, ha admitido que Apple todavía no les ha dado respuesta sobre lo ocurrido, y que mientras este informe no se tenga acabado para estudiar los casos, no especularán sobre la posible retirada del mercado del iPhone 3GS y del modelo concreto de iPod que estalló.
La comisión Europea quiere disponer de más información para determinar si las explosiones han surgido como consecuencia de la arquitectura de fabricación del iPhone 3GS e iPod, o sólo ha sido problema de una partida mala.
Lo que si sabemos, es que desde que se lanzó el iPhone 3GS, son miles los usuarios que han declarado en diversos sitios especializados, que su teléfono se sobrecalentaba demasiado, llegando incluso a cambiar el color de la carcasa trasera en los modelos blancos.
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